Por la Dra. Cristina Pellicer para CUERPO MENTE | Octubre 2015
Puedes ver el artículo original aquí: Prevenir y tratar el cáncer de próstata
Algunas plantas, como el cohosh negro, la ortiga o las setas orientales, son capaces de conservar sano el tejido prostático y resultan útiles en la prevención y el tratamiento del cáncer. Sobre todo si se acompañan de una dieta y un estilo de vida saludables.
El cáncer de próstata y la importancia del sistema inmune
El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente en los hombres de los países industrializados. Estudios en autopsias demuestran que la mayoría de los hombres mayores de 85 años tienen cáncer de próstata, aunque sea microscópico. En muchos casos, este no se detecta en vida porque el sistema inmunitario es capaz de mantener las células tumorales bajo control.
El riesgo de padecerlo aumenta con la edad, aunque suele tener un comportamiento menos agresivo en la vejez. Estos hallazgos refuerzan la necesidad de llevar una vida sana, que potencie un sistema inmune fuerte.
Pequeños cambios en el estilo de vida que marcan la diferencia
- Ejercicio diario:
Mantener una actividad física regular adecuada a cada situación personal ayuda a estar más relajado, oxigenar los tejidos, tener mejor humor, sueño y tono muscular. Además, facilita la eliminación de toxinas y estimula la función hepática. Incluso es recomendable para los enfermos de cáncer que reciben tratamiento de quimioterapia. - Dormir bien:
Un sueño de calidad es fundamental para mantener el sistema inmunitario en buen estado. Si el sueño está alterado, plantas como la valeriana o el tilo pueden ser de ayuda. - Evitar toxinas:
Eliminar el tabaco, el alcohol y otros tóxicos que sobrecargan el organismo es crucial para la prevención y el tratamiento del cáncer. - Higiene intestinal:
Una buena eliminación de residuos es esencial. Se recomienda una evacuación diaria con heces ligadas, de cantidad y consistencia normal. - Crecimiento personal:
El estrés y los pensamientos negativos afectan directamente a la salud. Realizar un proceso de autoconocimiento y buscar ayuda profesional para sanar desde dentro puede marcar la diferencia.
La alimentación como aliada
Eliminar azúcares y alimentos procesados
Las células tumorales necesitan un aporte energético alto para crecer, especialmente en forma de azúcares de absorción rápida. Por ello, es fundamental eliminar de la dieta los azúcares refinados, siropes, mieles y edulcorantes artificiales.
Además, se debe reducir el consumo de alimentos ultraprocesados como bollería, pastas y bebidas azucaradas, ya que contribuyen a un entorno inflamatorio que favorece la proliferación de las células cancerosas.
Evitar la leche y la carne roja
La leche de vaca y sus derivados aumentan la proteína IGF-1, que favorece el crecimiento celular. Asimismo, la carne roja, especialmente la no ecológica, es rica en grasas saturadas y puede promover procesos inflamatorios.
Alimentos que más ayudan
Para combatir el cáncer, se recomienda una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales y aceites vegetales como el de germen de trigo y el de oliva.
Entre los alimentos más destacados están:
- Vitamina C: Encontrada en frutas y verduras, regula el sistema inmune.
- Vitamina E: Presente en frutos secos y semillas, es antioxidante y regula las hormonas.
- Selenio: Un potente antioxidante que se encuentra en frutos secos como las nueces de Brasil.
Plantas medicinales con efecto protector
Cohosh negro: un gran regulador
El cohosh negro (Cimifuga racemosa o Actaea racemosa) regula los estrógenos y los andrógenos de forma beneficiosa. Sus glucósidos triterpénicos, saponinas y flavonoides también ayudan a tolerar mejor los tratamientos oncológicos.
- Consumo:
Dosis habituales entre 20-500 mg al día de extracto seco.
Precauciones:
Está contraindicado en personas con insuficiencia hepática.
Ortiga: efecto protector del tejido prostático
La Urtica dioica actúa inhibiendo la enzima 5-alfa reductasa, reduciendo el crecimiento prostático.
- Consumo:
500 mg/día de extracto seco repartidos en 2 tomas.
Precauciones:
Evitar su uso en casos de insuficiencia renal o cardíaca sin supervisión médica.
Reishi y Maitake: inmunoterapia natural
El reishi (Ganoderma lucidum) y el maitake (Grifola frondosa) son setas orientales con propiedades inmunorreguladoras, antiinflamatorias y antiproliferativas.
- Consumo:
Tomar con vitamina C mejora su absorción y efecto.
Regaliz: poder antiinflamatorio
La raíz de regaliz (Glycyrrhiza glabra) tiene un efecto antiinflamatorio similar a la cortisona y es inmunoestimulante.
- Consumo:
Dosis entre 200-800 mg al día.
Precauciones:
Evitar en hipertensión, diabetes y cardiopatías sin control médico.
Isoflavonas de la soja
La soja (Glycine max) contiene genisteína y daidzeína, que tienen acción antioxidante e inhiben el crecimiento tumoral.
- Consumo:
20-80 mg diarios, pudiendo usarse dosis mayores bajo supervisión médica.
Precauciones:
Evitar si se están tomando anticoagulantes o medicamentos IMAO.
Conclusión
Estas plantas, junto con cambios en el estilo de vida y una dieta adecuada, no solo ayudan a prevenir el cáncer de próstata, sino que también mejoran la tolerancia a los tratamientos convencionales. Siempre es importante buscar la supervisión de un profesional de la salud para obtener los mejores resultados.
Si quieres agendar una primera visita con nuestro equipo médico para valorar tu caso, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Juntos diseñaremos un enfoque personalizado y basado en la evidencia para cuidar de tu salud.