Por la Dra. Cristina Pellicer para CUERPO MENTE | Enero 2015
Puedes ver el artículo original aquí: Los 10 grandes aliados de la salud
La salud y el bienestar dependen en gran medida del estilo de vida que se lleve, tanto en el momento actual como en los años que le precedieron. Estos aliados naturales ayudan a resolver problemas concretos y a reforzar el organismo.
La salud es el mayor tesoro de que podemos disponer. A menudo no la valoramos lo bastante y la relegamos al olvido hasta que se resiente. Mantenerla es fácil, pero recuperarla cuesta más. Presentamos diez aliados clave que pueden contribuir activamente a fortalecer la salud. Para ello, será suficiente con incorporar a la dieta habitual algunos de ellos. Si se quieren tratar síntomas o prevenir enfermedades de forma más activa, puede ser de gran ayuda tomarlos como suplementos, mucho más concentrados y con mayor efecto terapéutico.
Cúrcuma, la especia medicinal
La cúrcuma (Curcuma longa) es un ingrediente esencial del curry, cada día más conocido y usado en nuestro país. Sus acciones son múltiples: antiinflamatorias, antioxidantes, antitumorales y antimicrobianas (virus, hongos, bacterias, parásitos). De todos modos, el efecto de la curcumina, su principal polifenol, disminuye notablemente si se toma sin sustancias que favorezcan que se absorba y ejerza su acción. Entre ellas, destaca la pimienta negra, seguida del jengibre.
Existen preparados que contienen solo cúrcuma y otros que incluyen sustancias que potencian su asimilación. Interacciona con anticoagulantes orales (sintrom), betabloqueantes (antiarrítmicos) y con el midazolam.
Cómo se toma. Como condimento –raíz a rodajas o en polvo– para potenciar el sabor de los platos y aprovechar sus beneficios sobre la salud, o en comprimidos, aceites esenciales o jarabes. En ese caso, las dosis varían en función de los síntomas, los antecedentes médicos y el producto. Las preparaciones más potentes se elaboran a base de extracto seco del rizoma. Se prescriben de 200-600 mg al día hasta 5-8 gramos al día, repartidos en tres tomas. Un efecto secundario podrían ser las diarreas, pero si se ingiere en dosis progresivas, suelen desaparecer.
Omega-3, grasas protectoras
Estos ácidos grasos poliinsaturados son esenciales para el cuerpo, que no puede generarlos por sí mismo. Ejercen una acción antiinflamatoria, antitumoral, cardioprotectora y anticoagulante, disminuyen el colesterol, los triglicéridos y la tensión arterial, regulan el ritmo cardiaco y protegen el sistema nervioso. Hay seis tipos. Los principales son el DHA (acción más específica en los ojos y el sistema nervioso) y el EPA (más a nivel cardiovascular e inflamatorio).
Si se toma medicación para uno de esos problemas, hay que consultar al médico antes de tomar suplementos.
Cómo se toma. Ingerir omega-3 siempre es necesario. Se hallan en el pescado azul, las semillas de lino, chía, sésamo, calabaza y cáñamo, las nueces y los aceites de lino y onagra. Si la alimentación es correcta y variada, puede que solo se precise tomar suplementos en épocas puntuales de estrés, durante la lactancia, enfermedades reumáticas, inflamatorias, degenerativas o para reforzar el sistema nervioso y cardiovascular.
El ejercicio físico
Hacer ejercicio con regularidad previene numerosas dolencias y mejora el ánimo.
El ejercicio físico regular es un gran aliado libre de contraindicaciones, interacciones y efectos secundarios. El tipo de ejercicio y su intensidad se debe adecuar a cada situación personal (edad, sexo, estado de salud) para que aporte todas las propiedades positivas y no aparezcan las negativas.
Muchos beneficios. Mejora la oxigenación de los tejidos, favorece la eliminación de toxinas, produce endorfinas (lo que eleva el ánimo y relaja el cuerpo), activa el ciclo de Cori (por el que hígado y músculo se relacionan), aumentando así la capacidad depurativa del hígado y el peristaltismo intestinal, mejorando el estreñimiento.
Previene la osteoporosis, ayuda a disminuir el sobrepeso, a controlar la hipertensión, mejora la resistencia a la insulina, la flexibilidad y movilidad articular, el bienestar general, la resistencia al estrés y refuerza el sistema inmunitario. Conviene priorizar el ejercicio que permita una correcta oxigenación del cuerpo durante su realización y respete sus funciones naturales.
La importancia de estar bien hidratado
El organismo se adapta mejor a la falta de alimentos que a la ausencia de agua.
Al nacer, nuestro cuerpo está compuesto por un 80% de agua, y esa proporción va disminuyendo a medida que envejecemos. Una persona de edad mediana tiene un 70% de agua en su cuerpo. La pérdida de agua en los tejidos acelera su degeneración y envejecimiento.
Se considera que un adulto debería consumir un mínimo de un litro y medio de líquido diario (incluyendo sopas, tés, cafés, zumos, bebidas diversas). Pero para aprovechar los efectos beneficiosos del agua, esta se debe consumir pura, no helada, distanciada de las comidas y en cantidades pequeñas pero frecuentes.
El agua de cada día. La cantidad varía en función de cada persona y de la actividad realizada. Si es un día caluroso y se hace deporte, se necesitará más agua que en un día de invierno en que se permanece en casa. El agua ingerida hidrata, ayuda a controlar el hambre, depura y detoxifica, mejora el estreñimiento, relaja, ayuda a aliviar dolores corporales y a retrasar el envejecimiento.
En el Institut de Salut i Medicina Integrativa Medicus Gaia, sabemos que la salud y el bienestar no son el resultado de soluciones rápidas, sino de un estilo de vida cuidado y equilibrado. Apostamos por incorporar aliados naturales que no solo resuelvan problemas concretos, sino que fortalezcan el organismo de manera integral y sostenible.Si buscas un enfoque personalizado para cuidar tu salud y potenciar tu bienestar, nuestro equipo está aquí para acompañarte en este camino.